Hoy 8 Marzo, los periódicos y
telediarios serán protagonizados por mujeres. Mujeres manifestándose y luchando
por unos derechos, que cierta parte de la sociedad considera que ya han sido
alcanzados.
Y es que hoy, precisamente, sería
el momento idóneo para comenzar los telediarios visibilizando luchas conjuntas,
de hombres y mujeres, por una igualdad. Día idóneo para que las mujeres no sean
únicas protagonistas de reivindicaciones tan justas como necesarias. El día
perfecto para que todos/as se unieran y remaran en una única dirección.
Pero lo grave de esto no es que se
tenga que luchar por los derechos de manera separada hombres y mujeres, sino
que cada vez esta lucha produce mas separación. Una separación ideológica fruto
de algunos partidos que pretenden hacer de la igualdad su bandera de manera
exclusiva y excluyente. Una bandera que todos/as, independientemente del color
de nuestro voto, deberíamos ondear con orgullo, pues en una sociedad tan tolerante,
abierta y democrática como consideramos tener, es ilógico que sigan existiendo
conductas machistas y, sobre todo, cada vez entre personas más jóvenes.
Se ha cogido miedo a la palabra FEMINISMO,
y es curioso que los/as que mas temen esta palabra poco saben de la lucha
feminista. Miedo quizá a que te asocien a ideologías de izquierdas, porque nos
han hecho creer que esto es un movimiento únicamente de ellos/as. Miedo a que
te llamen radical o que te consideren como aquellas cuya única herramienta de
hacerse oír es quitándose la camiseta dentro de una iglesia. Pero hemos de
entender, que como en toda lucha cada uno utiliza sus mejores armas. Algunos/as
tiran de pura demagogia, otros/as tratan de reivindicar derechos faltándoselos a
otros/as, pero son muchos/as más los que luchan día a día por la igualdad desde
sus trabajos, formándose o con su participación en ámbitos públicos.
El feminismo no busca esclavizar
al hombre, ni hacerle perder ningún derecho, al revés, lo último que pretende
el feminismo es la preponderancia de un género frente a otro. El feminismo busca
una igualdad plena. Que las personas sean juzgadas y valoradas por ser
personas, no hombre ni mujer.
Cuando muchos/as aluden el famoso
caso de las custodias, donde mayoritariamente le son concedidas a mujeres, lo
que no saben es que precisamente el feminismo lucha por desvincular a la mujer
de la carga de la maternidad, de que se deje de considerarla como la única
capaz de criar a sus hijos, y que se comprenda, en todos los ámbitos, que tanto
el hombre como la mujer están igual de capacitados para ello, y por tanto se
valore lo mejor para los menores en función de sus cualidades como personas, no
como madre o padre.
El feminismo también libera al
hombre en muchos aspectos, busca que no sea responsabilidad suya el sustento
económico de la familia, sino que pueda conciliarse la vida personal y laboral
de ambos. Por tanto, el feminismo no debería ser una lucha de mujeres, sino una
lucha social por mejorar todos aquellos aspectos que a día de hoy siguen
produciendo tanta desigualdad.
En esta lucha, las mujeres solas
podrán avanzar, pero solo se llegará a la meta cuando todos nos unamos.
Un factor clave, como lo es en
casi todos los aspectos de la vida, es la educación. Por ello, cada comentario
que se haga delante de los hijos/as (o menores en general), entre el grupo de
amigos/as … debe hacerse de manera consciente, sabiendo el calado social que
tiene cada “pequeña frase” sin importancia, cada “pequeña” alusión al machismo,
cada “broma” que denigra a la mujer, pues todo esto lo único que conlleva es
que esta lucha no progrese.
En 1857, 120 mujeres murieron
luchando por equiparar sus salarios al de sus compañeros varones. A día de hoy,
las leyes recogen que no puede haber diferenciación de salarios en función del
género mientras se realice la misma función, pero las profesiones menos
remuneradas siguen estando ocupadas mayoritariamente por mujeres, mientras que
en los altos cargos las mujeres siguen estando infrarrepresentadas. Las tasas de
desempleo siguen siendo mayores para las mujeres, y sin embargo en cuando al
nivel formativo las mujeres se sitúan por delante de los varones.
Observemos la realidad, dejemos
de centrarnos en las legislaciones que tenemos y echemos un vistazo a nuestro
alrededor, nuestra madre, abuela, amigas, hermanas… y analicemos si realmente
estamos en igualdad. Si corre el mismo riesgo tu amiga que tu amigo cuando vuelven
solos a casa, si tienen que aguantar “piropos” poco agradables o comentarios
sexuales y sexistas en misma medida tus amigas que tus amigos… pensad. Y desde
el ámbito más cercano es dónde mejor se podrá comprender.
Ojalá que en un futuro este día
no seamos nosotras las protagonistas, porque justo este día es cuando TODOS/AS deberíamos
luchar.














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